Los presupuestos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza se basan en la lógica del negocio y el poder, y tienen por objetivo desmovilizar, controlar y extinguir el movimiento social de la ciudad. Bajo la apariencia de un discurso basado en la equidad o la transparencia y la defensa de lo público, PSOE-PAR-IU quieren regular el mercado eliminando el valor añadido de la gestión que ahora realizan las entidades sociales, sin animo de lucro.